MAGIA Y LUZ

Durante este curso, en la Escuela estamos trabajando un tema fascinante y complejo que forma parte de nuestras vidas: LA LUZ.

La luz transforma materiales comunes en extraordinarios, un simple rayo de luz modifica los espacios, colores, materiales… y por lo tanto nuestra forma de percibir las cosas. En la Escuela Infantil Algodones hemos introducido un nuevo recurso, inspirado en la pedagogía Reggio Emilia, que proporciona a los niños la oportunidad de crear aprendizajes por medio del descubrimiento, el interés, la atención, la exploración y sobre todo lo más importante, la magia. Este nuevo elemento es la mesa de luz.

A través de la mesa de luz, los niños obtienen beneficios a nivel sensorial, ya que hay una gran estimulación del sentido de la vista y ver más allá, como los detalles de una hoja, colores más profundos… En su concentración, ya que cualquier material sencillo se convierte en algo especial, por lo que tiene un poder cautivador; ayuda a trabajar la relajación ya que se utiliza un ambiente en penumbra; y también potencia el enfoque del niño al hacer que los materiales expuestos en ella resalten.

Es un recurso tan mágico y especial que el aprendizaje se convierte en una experiencia divertida y única. Dentro de la Escuela, ofrecemos a los niño/as la posibilidad, el espacio y los materiales adecuados, para que puedan interactuar de forma natural con la luz, dando paso a la fascinación y el asombro.

 

 

SENSACIONES CORPORALES

Todos conocemos los sentidos más comunes: la vista, el olfato, el gusto, el tacto y el oído. Viendo, tocando, oliendo, explorando el entorno mediante el movimiento queremos potenciar el desarrollo sensorial de los más pequeños dentro de la Escuela. Además de éstos, existen otros dos sentidos, poco conocidos pero que son muy importantes para el desarrollo adecuado de cada niño: el sentido vestibular y el sentido propioceptivo, a través de los cuales el sistema nervioso central recibe información del movimiento, la fuerza de la gravedad y la posición del cuerpo en el espacio.

Así, los niños se van dando cuenta mediante su propio cuerpo en qué lugar se sitúan en el mundo que les rodea, facilitando la conciencia de la posición del cuerpo en el espacio. También nos ayudan a regular nuestro tono muscular.

Desde nuestra escuela tienen la posibilidad de estimular estos sentidos por ellos mismos, ofreciendo espacios y materiales que de forma innata utilizan para balancearse, experimentar con su equilibrio, colgarse para sentir su peso, columpiarse, arrastrar, coger objetos con peso e incluso ser masajeados. De esta forma comienzan a tener conciencia su propio cuerpo por ellos mismos.

 

 

Descubriendo a través de la luz.

A través de la combinación de estos cuatro elementos hemos podido observar como los niños han disfrutado mientras experimentaban con ellos.

Las luces y las sombras, proporcionan la situación idónea para invitar a los niños a una nueva forma de expresión mediante el movimiento de su cuerpo. Tratamos de fomentar el gusto por la observación de los detalles y principalmente invitarles al juego y a la experimentación. Además, aquellos que sienten temor ante la oscuridad tienen la posibilidad de empezar a superarla.

A través la luz de color con la música, han mostrado su fascinación ante los colores. Han podido experimentar como éstos iban apareciendo y desapareciendo al ritmo de la música, mientras por iniciativa propia los nombraban cuando aparecían.

La combinación de todos estos elementos ha llevado a nuestras aulas un ambiente lleno de magia en el que los niños han disfrutado al tiempo que han incorporado experiencias significativas.

 

 

 

El mejor regalo es tu tiempo.

Como ya sabemos, todos los días son importantes para vivir con vuestros hijos.

El pasado 19 de marzo, invitamos a los padres de todos los niños y niñas que forman este hogar, para poder disfrutar y compartir de un momento aún más especial con ellos. Este día los padres junto con sus hijos tuvieron la oportunidad de dejar una huella más en el camino de este curso. Dentro de la Escuela, se dejó representada la altura de los niños junto con la de su padre o figura de apego y la fecha de ese día. Después acudieron juntos a plasmar su huella en una gran espiral, quedando aquí reflejado el vínculo de las familias por este camino que estamos creando entre todos. Por último, cada uno fue escribiendo junto a la marca de su altura lo que significó para ellos ese momento.

Esperamos que hayáis disfrutado de esta emotiva experiencia que hemos preparado con mucho cariño y recordad: “El mejor legado de los padres a sus hijos es un poco de su tiempo cada día.”