A través de la combinación de estos cuatro elementos hemos podido observar como los niños han disfrutado mientras experimentaban con ellos.
Las luces y las sombras, proporcionan la situación idónea para invitar a los niños a una nueva forma de expresión mediante el movimiento de su cuerpo. Tratamos de fomentar el gusto por la observación de los detalles y principalmente invitarles al juego y a la experimentación. Además, aquellos que sienten temor ante la oscuridad tienen la posibilidad de empezar a superarla.
A través la luz de color con la música, han mostrado su fascinación ante los colores. Han podido experimentar como éstos iban apareciendo y desapareciendo al ritmo de la música, mientras por iniciativa propia los nombraban cuando aparecían.
La combinación de todos estos elementos ha llevado a nuestras aulas un ambiente lleno de magia en el que los niños han disfrutado al tiempo que han incorporado experiencias significativas.
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