TAMAR
Tutora aula Cocodrilo (2 a 3 años)
Me costó decidir que quería estudiar, pero un día me dije “¿Por qué no formarme para trabajar junto a los más pequeños de la sociedad?”. Y así comencé mi andadura. Primero estudié el Primer Ciclo de Grado Superior de Educación Infantil y me dejó con ganas de mucho más, por lo que decidí diplomarme en Magisterio de Educación Infantil.
Tras los años de estudio, me llegó la oportunidad de llevar a la práctica todo lo aprendido hasta entonces. Me convertí en una esponja que quería absorber todo de estos pequeños impredecibles, espontáneos y llenos de sorpresas.
Con el tiempo y la experiencia fui aprendiendo a mantener la calma en los momentos difíciles, a empatizar con ellos, a adaptarme a sus inquietudes y cada día a tener la necesidad de seguir formándome. Lo más importante es que disfruto con ellos y con lo que hago.
Siete años llevó trabajando en Workandlife, y cada día con el convencimiento de que he elegido la mejor profesión del mundo. Ya sólo la sonrisa con la que te reciben cada mañana, te hace olvidarlo todo. Acompañarles en sus descubrimientos, logros y adquisiciones día a día.
Sin duda es un trabajo gratificante, cada día es único, diferente e irrepetible.
ELENA
Tutora aula Panda (1 a 2 años) mañana
Día a día llego a la Escuela con una sonrisa y me voy de ella, con otra aún más grande. Llena de satisfacción por haber tomado la decisión acertada. Dedicarme a lo que me dedico, es un lujo.
Mi objetivo y prioridad es intentar ayudar cada día a los niños, apoyándoles, escuchándoles y acompañándoles. Que no pasen un día sin sonreír.
En una ocasión, un papá me escribió esta frase “No dejes nunca que tu vocación se convierta solo en trabajo”. Desde entonces siempre lo tengo presente. Estudié Educación Infantil por vocación y después de 7 años sigo disfrutando de mi trabajo. Me siento afortunada de poder afirmar que lo que decidí un día que iba a ser mi profesión, no sólo se convirtió en un trabajo.
YOLANDA
Tutora aula Panda y Mixta (tarde)
Mi vocación por la Educación Infantil parte de concebir el “mundo infantil” desde un punto de vista mágico, de ilusiones, nuevos retos, mucha dosis de empatía y esfuerzo, pero sobre todo, magia, mucha magia en nuestra labor educativa. Tener la sensación personal y profesional de poder contribuir en el desarrollo de futuras personitas, me completa como persona. No son más importantes los conocimientos transmitidos sino la manera de hacerlo. De ahí que me resulte muy satisfactorio el aprender cada día algo nuevo en mi profesión. Son ellos, los niños, los que se encargan de enseñarnos el mundo desde otra perspectiva diferente al adulto. En definitiva, la palabra “Educadora Infantil” posee un gran valor emocional y humano.
SANDRA
Tutora aula Koala (0-1 año)
Siempre he tenido muy claro a lo que me quería dedicar, pero no siempre ha sido un camino fácil. No obstante, a pesar de las piedras encontradas en el camino, me siento orgullosa de poder afirmar que he logrado mi objetivo y me dedico a la enseñanza. Enseñanza porque no sólo enseño yo a los niños, sino que cada día ellos me enseñan a mí.
Este año siento como si me hubiese tocado la lotería. Me he convertido en madre y además comienzo mi andadura en Algodones, participando de un Proyecto Educativo del que toda educadora desearía formar parte.
Tengo la oportunidad de ser tutora del aula de bebés, y estoy contenta de poder dar y recibir amor, abrazos, besos cada día. De vivir junto a ellos mil y una experiencias y acompañarles en su crecimiento, sus descubrimientos, sus experiencias…
“La vida es realmente hermosa, sobre todo mirándola con los ojos de un niño”
EVA
Directora y apoyo
Cuando terminas el Instituto has de decidir a qué vas a dedicarte el resto de tu vida, qué responsabilidad. Ahora la decisión es sólo tuya. Finalmente tomé la decisión, quería ser Maestra de Educación Infantil! Me diplomé y tanto me gustó lo que estaba descubriendo que tuve la necesidad de seguir formándome y me licencié en Psicopedagogía. Toda la formación que recibí fue muy gratificante, pero el primer día de mis prácticas fue el que me convenció de que había elegido la mejor profesión del mundo.
15 años llevo trabajando en lo que me ilusiona, que es la educación, y los 8 últimos, trabajando en Workandlife. Soy afortunada porque mi sueño un día se hizo realidad, porque mi trabajo me permite vivir los mejores años del los peques, sus primeras sonrisas, sus primeros pasos, sus primeros logros. Ellos hacen que cada día para nosotros sea diferente, que no nos olvidemos nunca de soñar como ellos lo hacen, de disfrutar, de reír, de aprender, de escuchar, de observar y de descubrir. Cada día se convierte en una aventura.
Porque “Lo que de raíz se aprende nunca del todo se olvida” (Séneca).
